viernes, 29 de mayo de 2020

Capítulo 24

Zack maldice a esa mujer   desconocida que de la mano de un niño ha llegado para echar por traste sus planes. Tanto él y Romualdo se pregunta quién debe ser.  Levent  y la recién llegada se miran con alegría y corren el uno hacia la otra.
--¡¡Raina¡¡
--hermano ¡que alegría¡¡
 Se abrazan entre lágrimas. Zack frunce el ceño. Se da cuenta que esa mujer que acaba de llegar es la hermana que Levent  buscaba, por la que huyó, por la que lo engañó. La hermana que él ha tratado de impedir que entrara en el país.  Zack se siente derrotado. Sabe que ahora que Levent  logró su objetivo todo se acabó, que Levent  lo dejará, que no va a querer saber nada más de él. Romualdo no entiende bien qué pasa pero se da cuenta del sufrimiento de su amigo. Le pone la mano en los hombros para animarlo. Levent  y Raina están felices.
--este es tu sobrino. Se llama Pedro.
Levent  le acaricia la cabeza, él sonríe contento. Ver a su sobrino tan mayor le hace darse cuenta más que nunca de los años que han estado separado los hermanos.
--Si no fuera por las revistas ni te conocería. Estás hecho un hombre. Te has puesto muy guapo. 
Levent  sonríe.
-¿qué haces aquí?¿¿con este hombre? --ella
Levent  mira intensamente a Zack. Ya no tiene motivos para seguir a su lado, para casarse con él. Su meta de cuando salió de su país ya se ha cumplido. Mira al que ha sido su amante de locas noches con tristeza.  Zack llora por dentro. Aunque trata de controlarse no puede evitar que algunas lágrimas deslicen por sus mejillas. Mientras Levent  y Raina hablan en su lengua, una lengua que él desconoce. Las miradas de Levent  y el no saber de qué hablan le ponen nervioso. Romualdo le pone las manos en los hombros cariñosamente, Zack , pero, no tiene consuelo.

Mientras en Sarabia, Nura está en el salón del trono hablando con Marat.
--Me enteré que Levent  se casaba hoy.
--si, algo leí --Marat.
--¿y no vas a hacer nada?
--¿¿qué podemos hacer?
--¡Es el hermano del Sultán no se puede casar con ese don nadie¡¡
Zelmira entra en ese momento:
--Tu hermano ya eligió, no forma parte de esta familia. Al Sultán ahora sólo le tiene que importar su país y su propia familia.
Nura mira a Zelmira molesta:
--¡¡no te metas en algo que no te incumbe¡
--¡te recuerdo que yo soy de la familia¡
Nura la mira con desprecio y dice:
--¡¡tú solo eres la viuda de mi tío y eso y nada es lo mismo¡
Zelmira se muere de rabia por no poder  decir nada pero sabe que si no obedece a su esposo poco le servirá su matrimonio. A Marat le emociona que su esposa guarde silencio a pesar que su hermana la está humillando:
--¡¡No te voy a permitir que le hables así a Zelmira¡
Tanto a Nura como a la propia Zelmira les sorprende que el hombre la defienda de esa manera.
--¡¡¿¿qué te pasa?¿¿¡¡desde cuando defiendes a esta arribista¡
--¡a mi no me ofendas¡
Marat se adelanta a su esposa, agarra del brazo a su hermana y dice:
--¡¡esta mujer  que tú estás ofendiendo es tu reina... es mi esposa¡
Zelmira no puede ocultar su satisfacción, por fin todo el mundo sabrá que  es la reina.
--¿¿de qué demonios hablas? --dice Nura.
--Zelmira y yo siempre nos amamos, vamos a tener un hijo. Nos casamos en secreto.
Para Nura es un shock:
--¡¡es una cualquiera, tú no...¡
No acaba la frase porque Zelmira la abofetea:
--¡¡ahora la que mando soy yo y si no te gusta te vas de aquí¡
Nura se va llorando. Mamhud estaba escondido escuchando todo y va tras Nura. Marat se sienta en el trono, le duele haber peleado con su hermana. Zelmira se sienta a su lado. Por fin ocupa su lugar. Toma la mano de su esposo.
--gracias por defenderme...
Marat la mira lloroso:
--he perdido a mi hermana...
Zelmira pone su mano en el rostro de Marat y con la otra le agarra la mano de él y se la pone en el vientre:
--aquí tienes a tu familia de verdad.
Marat cree ciegamente en el amor de su esposa:
--te amo tanto... Amarte a ti es la dicha más grande que podía tener...
--Entonces no te preocupes...
el matrimonio se besa apasionadamente. Nadia se acerca a hablar al Sultán. Le sorprende la escena, siente celos de la pasión de Marat. Le hubiera gustado que su marido la tratara así.
--tal vez si me hubiera enamorado de él hubiera sido feliz...
Nadia se va para no molestar a la pareja pero va mirando atrás. Le gusta la manera en la que Marat besa, en la que Marat ama. Aunque es grande su dolor por la muerte de su esposo tan reciente sí piensa que le gustaría vivir esas cosas, que le gustaría sentir esa pasión que no sintió con su esposo.


Nura llega a su alcoba, empieza a tirar las cosas por los aires. Mamhud sabe que debería hablar a su rey para contarle de la boda de Levent  pero prefiere acercarse a Nura. Trata de calmarla.
--No te pongas así --dice agarrándola de los brazos.
Nura lo mira llorando:
--¡¡no sabes lo que ha pasado...¡
Mamhud acaricia a Nura con cariño:
--si lo sé...
Ella  lo mira sorprendida. Él en seguida se justifica. 
--Lo escuché por casualidad...
--entonces sabes que no me puedo quedar... ¡¡no quiero ver como Zelmira destruye mi país¡
Mamhud va acariciando, le va secando las lágrimas:
--tú puedes hacer tu vida, no necesitas a tu hermano...
--Pero dónde voy a ir... No tengo nada...
Mamhud la mira con emoción. Piensa en cómo estar con esa mujer  y a la vez hacer creer a su rey que ha cumplido con su misión.
--Me tienes a mí...
Nura lo mira sorprendido:
--a ti?
Mamhud sonríe:
--No me digas que no sabes que me enamoré de ti?
A Nura nunca le habían confesado su amor. Mamhud sonríe. La besa. Ella se deja llevar y se besan apasionadamente. Luego se aparta de el.
--¡¡esto es una locura...¡
Mamhud la mira preocupado.

Por otro lado, Zack está esperando que Levent hable con Raina. El juez espera:
--¿hay boda o no?
Raina va haciendo que no con la cabeza.  Zack mira a Levent  lloroso. Sus lágrimas conmueven al guapísimo Levent.





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