--¿¿que dijiste?
Muy seria ella, como si estuviera metida en un problema que la desespera, dice:
--no me hagas repetir. Me muero de la pena.
--¿hablas en serio?
--sí
Ella le da un beso y se va con un rápido:
--en la noche hablamos...
Marat se ha quedado desconcertado. No sabe cómo tomarse la noticia. Los ojos de Zelmira brillan de maldad. Sonríe con ambición. Su plan ha salido perfectamente.
--la estúpida de Nadia no sabe que su hijo será mi hijo y me llevará al trono... Ahora sólo me queda pensar la muerte del Sultán y mi amado esposo -- se dice riendo.
Gamal se dirige al salón del trono en el que está su hermano pensativo.
--Yúsef, tenemos que hablar...
El Sultán salta del trono:
--¡¡ya han encontrado a mi hijo?¡
--No, no es de Levent . Es sobre Nura...
Yúsef se vuelve a sentar en su trono.
--No hay nada de Nura que importe ahora. Ella sí me hizo caso y gracias a eso es feliz...
--¿¿feliz? ¿¡tu ves a tu hija feliz? --le reprocha Gamal.
Yúsef no entiende el reclamo:
--claro que es feliz. Nura tiene un marido que yo elegí. Es madre... ¿porque no iba a ser feliz?
Gamal está sorprendido. No puede creer que su hermano esté tan ciego.
--¡¡Rachid es un borracho que trata mal a tu hija...¡
--Rachid adora a mi hija y ahora no tengo tiempo de tonterías...
--¿la felicidad de tu hija te parece una tontería?
Yusef se molesta con su hermano:
--¡¡no hay nada que me importe más que la felicidad de mis hijos pero es que tú te preocupas de la única que es feliz¡¡
--Ahora entiendo a Raina y a Levent , creo que ellos son las únicas personas felices de la familia... --le reprocha el príncipe.
El Sultán mira como loco a su hermano:
--¡¡tengo dos hijos que han desgraciado sus vidas por no hacerme caso... A mi hijo pequeño el mejor suegro que podía tener ahora lo persigue para matarlo. Sarabia corre peligro de ser invadida por Tersia... Si Levent me hubiera hecho caso ahora sí sería feliz...
--si claro... Como Nura... Pues me alegro que no lo sea --dice Gamal molesto.
El Sultán da un puñetazo al trono:
--¡¡tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer...¡
En Madrid, Levent y Zack llegan al apartamento de Romualdo. Levent está muy asustado. Zack le acaricia y le besa en las manos muy dulce:
--mi amor, no estés asustado. Todo va a salir bien.
--¿y siempre será así?
--¿El que? --dice sonriendo.
--bueno pues la gente, esos que nos saca fotos.
--bueno, ahora eres su estrella --dice con una dulce sonrisa.
Levent se sienta en el sofá, triste.
--Yo nunca quise ser una estrella , sólo quiero ser feliz.
Zack se sienta a su lado, tomado de la mano de él :
--yo te juro que vas a ser feliz. Vamos a ser muy felices.
Zack está muy ilusionado, Levent tiene miedo. No sólo teme por sus vidas sino que cada vez se está comprometiendo más y más y sabe que no lo podrá parar.
--No tengas miedo. Esto es necesario. La gente nos adora, somos sus héroes. El gobierno te protegerá. Nadie nos hará daño.
--No me gusta que tanta gente esté pendiente de nosotros.
Zack le pone las manos en las mejillas:
--ellos solo quieren que nos amemos ¿y nos amamos, no?
Levent no se atreve a decir que no y fuerza una sonrisa. Zack está feliz y lo besa. Levent se refugia en él. Está asustado. Siente que lo que le pasa es un castigo por engañar a Zack.
Rachid va por los pasillos de palacio escondiéndose para beber. Sin que él se dé cuenta Zelmira le cambia la botella , le ha mezclado un preparado en el que tendrá alucinaciones:
--será fácil culparlo de los terribles asesinatos que se llevarán a cabo en estos días --dice Zelmira riendo.
Cae la noche en Sarabia. Zelmira se cuela en los aposentos de su sobrino. Éste la está esperando ansioso.
--¿¿porqué has tardado tanto? Ya te iba a venir a buscar...
--No me compliques más las cosas... Estoy metida en un buen lío -- se finge afligida.
--¿es cierto que estás esperando un hijo mio?
Zelmira llora muy teatreramente para despertar la lástima de su amante.
--claro te divertiste y ahora dirás que el hijo no es tuyo y a mi me matarán porque Gamal sabrá que no puede ser suyo porque no dejo que me toque...
Marat se siente culpable por estar haciendo sufrir a Zelmira:
--ser padre es lo que más desea en el mundo pero le ha pillado de sorpresa....
LLorando con lágrimas tan falsas como su embarazo, Zelmira dice:
--pero dentro de mí crece a tu hijo. Para ti será fácil pues huir, eres hombre. No tienes responsabilidad. Te puedes borrar...
Marat acaricia a su amada:
--Yo nunca haría esto... Yo deseo a nuestro hijo...
Marat acaricia con timidez el vientre de su amada:
--me cuesta tanto hacerme a la idea que dentro de ti hay un nuevo ser que es fruto de nuestro amor. Lleva tu sangre y la mía... --dice él con emoción.
Zelmira se hace la víctima.
--ojalá no fuera así...
--no digas eso --dice él
Zelmira lo abraza. Se finge afligida.
--estoy asustada, ¿qué haré...? Gamal sabrá que el hijo no es suyo... me matará.
Marat está feliz. Abraza a su amante entusiasmado:
--¡¡papá... seré papa¡ ¡¡por fin se acabó la mentira...¡ ¡¡quiero que huyamos esa misma noche...¡¡¡
Zelmira lo abraza:
--sabía que me apoyarías...
Mientras va pensando:
--tengo que actuar pronto, tienen que morir el Sultán y Gamal, la princesa Nadia será secuestrada y yo seré la nueva reina y su hijo el príncipe heredero...
Nadia sale del dormitorio del Sultán después de haber sido rechazada por él una vez más. Rachid sale a su paso. Está borracho, drogado. Empieza a molestar a la Reina.
--¡¡dejame en paz...¡
Rachid trata de abrazarla y besarla a la fuerza:
--tú eres una ramera... El sultán ya no te quiere. Yo te daré lo que necesitas...
--¡¡sueltame¡
El Sultán sale de sus aposentos:
--¿¿qué es esto? --dice al ver el forcejeo.
Rachid suelta a la reina que como estaba luchando sale disparada. Se golpea contra un mueble y cae en un baño de sangre.
--¡¡Eres un desgraciado...¡ --dice el Sultán.
Rachid ha perdido el control. No sabe bien lo que está haciendo. Sin darle opción al Sultán a defenderse le clava un puñal que llevaba acabando con su vida. Salen en ese momento Nura:
--¿¿qué has hecho?
LLora al ver el cadáver de su padre. Rachid, como loco, se quiere tirar sobre él pero Gamal aparece en ese momento y se le tira encima y Rachid le clava de nuevo el puñal. Alertado por los gritos sale Marat. Zelmira, que va detrás, grita al ver la escena. El Sultán y su hermano han muerto.
--¡¡no te acerques¡¡
Rachid está como loco y tiene miedo que lo mata a él y entonces jamás sería Reina.
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